lunes, 18 de abril de 2011

Alcohol, Mitos y Adolescencia

El mundo al revés... y lo desconocemos. Los niños se vuelven adolescentes cada vez más pronto, el alcohol cada vez se consume a más temprana edad y los mitos sobre éste cada vez son más y mejor argumentados.

Es difícil, ya sea como educador, como padre, o como propio adolescente, pretender que una chica o un chico deje de salir todos los fines de semana, quede con sus amigos horas antes para comprar el botellón, y se pase horas bebiendo en la calle, llueva o truene. Es, sin duda alguna, la mejor forma de diversión para la inmensa mayoría de los jóvenes. Por tanto, ¿qué hacemos?, ¿se sanciona? ¿se prohibe? ... Al igual que no se puede dejar de dar el pecho a un bebé, o al igual que no se puede desatender a un anciano... los jóvenes y sus conductas de ocio no se pueden restringir. Sí, es duro, pero simple. Cuánto más les prohibas, menos importante será dicha prohibición y más la llevarán a cabo.

Hoy día, los niños sienten cada vez más ese deseo irrefrenable de convertirse en adultos, para disfrutar de todas sus ventajas, eso sí, obviando todas sus consecuencias. Así, nos encontramos grupos de niñas y de niños de trece y catorce años con conductas de ocio no aptas para su edad... pero sí adaptadas por la sociedad en la que vivimos. Es decir, todos sabemos que no es saludable que las conductas de ingesta de alcohol u otras drogas comiencen tan prontamente, pero la sociedad así lo pretende (habrá así mayores beneficios respecto al consumo). 

Así, nadie puede luchar en contra de las exigencias sociales, no ganaremos la batalla si les prohibimos a los jóvenes que consuman alcohol.. sólo nos queda la formación, y cada vez más temprana. 



El alcohol es una droga depresora del Sistema Nervioso Central (SNC) y, por tanto, se caracteriza por entorpecer el funcionamiento habitual del cerebro, provocando un adormecimiento cerebral importante así como retrasando la actividad cerebral. Por tanto, estamos engañados si, debido a los primeros síntomas que experimentamos con la ingesta de alcohol, creemos que el alcohol nos activa, si creemos que "vamos a aguantar toda la noche de fiesta" o si creemos que nos mantiene despiertos. 

En un primer momento produce euforia, aumento de la sociabilidad, de la autoestima y desinhibición conductual, por lo que nos confunde erróneamente con un estimulante. Sin embargo, esta fase es muy breve, da el inicio a un sinfín de síntomas negativos que comienzan con la inestabilidad emocional, alteraciones en la atención, en la memoria, en la comprensión, en la capacidad de juicio crítico... cursando con una baja capacidad de reacción (por lo que al conducir, por ejemplo, existe menor respuesta al peligro), descoordinación muscular (movimientos incontrolables al andar) o visión doble. 

Pero esto es sólo el principio... la noche es larga, el control de horarios por parte de los padres o tutores es cada vez más flexible y los bares y pubs venden el alcohol a precios muy elevados... por lo que no hay otra opción que continuar bebiendo en la calle... más barato y más cantidad de ingesta.... Así, a mayores dosis, encontramos desorientación y confusión mental, mareos, alteraciones en la percepción del color, de las formas y del movimiento, exageración en la manifestación de sentimientos (tanto de cariño como violentos), somnolencia (tener mucho sueño), vómitos, incontiencia esfinteriana e incluso coma y/o muerte por parada cardiorespiratoria.

Así que, si lees esto, y eres niño/adolescente...nadie mejor que tú mismo para ponerte límites, para controlar tu conducta y tus impulsos, para saber cuando hay que parar de beber, para conocer tu cuerpo y tus síntomas, para valorarte y quererte sin permitir que unas noches de risas y alcohol se conviertan en un futuro repleto de consecuencias a nivel físico como problemas cardiovasculares, cirrosis, pancreatitis, úlcera gástrica o diferentes tipos de cáncer como el de estómago, el de garganta o laringe.

Sólo tienes que disfrutar, sabiendo que hay momentos de risas con los amigos, momentos para conocer gente nueva o valentía para acercarte al chic@ que te gusta.. que van más allá de esa copa que tienes en la mano... No es ese vaso de alcohol el que te permite que hagas todo eso, sino el que te lo impedirá a largo plazo...