jueves, 22 de julio de 2010

Aprende a controlar tu respiración. Técnicas de relajación

En una sociedad en la que vivimos repletos de constantes estresores es fundamental saber reconocer los efectos que produce un nivel de activación alto en las personas, asimismo tenéis que conocer la forma más adecuada de controlarlo, esto se realiza mediante las técnicas de relajación.

Ante una situación de alto estrés, sentiremos numerosos síntomas que nos harán darnos cuenta del estado en el que nos encontramos, así son comunes los siguientes: aumento de la frecuencia respiratoria, de la sudoración, de la frecuencia cardíaca, de la presión arterial y disminución en la producción de saliva, entre otros. 

Por esto, debemos conseguir la relajación a nivel muscular, mediante la Relajación Muscular Progresiva que consiste, como veremos más adelante, en un entrenamiento de los diferentes grupos musculares del cuerpo. Así, previamente tendremos en cuenta que para iniciarnos en la técnica debemos de manipular el ambiente con luces más tenues, una vestimenta cómoda, no distraerse con estímulos externos y tener las posturas adecuadas, éstas pueden ser: tumbado, sentado con la espalda recta o cochero que consiste en sentarse en una silla e inclinar el cuerpo hacia delante.

Con estas consideraciones, vamos a realizar el ejercicio de relajación tensión/distensión:

1º Tensar el grupo muscular correspondiente.
2º Focalizar la atención en el grupo muscular en tensión.
3º Relajarlo.
4º Focalizar la atención en el grupo muscular en relajación.

Tras lo anterior, disfrutad del estado de relajación del grupo muscular varios minutos. Pero, ¿cuáles son esos grupos musculares y cómo es el ejercicio de tensión?:

- Extremidades superiores:
  •  Mano y antebrazo dominante: apretar el puño dominante con el brazo hacia delante (como dando un puñetazo).
  • Brazo dominante: apretar el codo dominante contra el brazo del sillón.
  • Idem para mano, antebrazo y brazo no dominante (en función de si sois zurdos o diestros).
- Cabeza y cuello:
  • Frente: levantar las cejas.
  • Ojos y nariz: apretar los párpados y arrugar la nariz.
  • Boca: apretar los dientes, los labios y la lengua contra el paladar.
  • Cuello: empujar la barbilla contra el pecho y evitar que lo toque.
- Tronco:
  • Hombros, pecho y espalda: echar los hombros hacia atrás intentando que se toquen los omóplatos.
  • Estómago: encogerlo como preparándose para recibir un golpe en él.
- Extremidades inferiores:
  • Muslo dominante: apretarlo contra el sillón.
  • Pierna dominante: doblar los dedos del pie dominante hacia arriba y hacia delante.
  • Pie dominante: doblar los dedos del pie hacia dentro y curvar el pie.
  • Idem con los no dominantes.
Es muy importante tener precaución aquellas personas que les duela algún tipo de grupo muscular, en ese caso, han de saltarse dicho grupo y no aplicar el ejercicio de tensión sobre el mismo para prevenir posibles complicaciones. Tambiés es importante saber que las primeras veces que se realiza puede facilitar la recuperación de pensamientos y emociones alterados ya existentes, puede inducir a una desactivación extrema como lipotimia o fatiga, etc. Pero tranquilos, no le ocurre a todas las personas.
Si teneis alguna duda al respecto, preguntadme.



lunes, 19 de julio de 2010

Efectos funcionales más frecuentes de Parálisis Cerebral

La parálisis cerebral es un daño en los centros cerebrales de control motor. Así, la persona que la sufre tiene grandes dificultades para controlar y coordinar su cuerpo. 
Los efectos funcionales más frecuentes de la parálisis cerebral son tres principalmente: la espasticidad, la atetosis y la ataxia.

ESPASTICIDAD: Se produce como consecuencia de una lesión localizada en el haz piramidal y consiste en un aumento del tono muscular. Así, las contracciones musculares excesivas son de dos tipos: 
1) Contracciones musculares que existen en reposo.
2) Contracciones musculares que aparecen o se refuerzan con el esfuerzo o la emoción, es decir, cuando el niño se sorprende con un ruido brusco, cuando se le pregunta alguna cosa difícil, etc.

Cuando se da espasticidad, es imposible que un músculo implicado en un movimiento (agonista) se de simultáneamente con la relajación de otro (antagonista). Esto provoca una reacción "en bloque" de todo el cuerpo, la cual interfere con la acción.
Por otro lado, es destacable la actitud postural de la espasticidad en:
- Los miembros inferiores, pues predomina la extensión, lo cual implica que cuando se sostiene levantado al niño por las axilas, se produce una actitud de muslos y rodillas en extensión, pie de equino (de puntillas) y piernas en tijera (entrecruzadas).
- Los miembros superiores, que se produce hipertonía (contracción de la musculatura) en los flexores.
- La mímica de la cara y la aritculación, en las cuales también se aprecia la alteración, con lo que el lenguaje oral suele ser disártrico (dificultad asociada a la articulación de fonemas, emisiones automatizadas, voz forzada, ritmo lento, etc.) y, a veces, inexistente. 

ATETOSIS: Se produce como consecuencia de una lesión localizada en el haz extrapiramidal y consiste en una dificultad en el control y la coordinación de los movimientos voluntarios.
Cuando un niño realiza una acción, se desencadenan una serie de movimientos parásitos que interfieren con la misma; los movimientos resultan incontrolables, extremados y disimétricos. Igualmente,suelen existir movimientos espasmódicos incontrolados y continuos en los miembros, la cabeza, la cara y los músculos implicados en la fonación, respiración, deglución, etc.
También existen atetosis blandas, caracterizadas por una hipotonía difusa (disminución del tono muscular).

ATAXIA: Es un síndrome cerebeloso en el que se encuentra alterado el equilibrio y la precisión de los movimientos. Se caracteriza por una dificultad para medir la fuerza, la distancia y dirección de los movimientos, los cuales son lentos, torpes y se desvían con facilidad del objetivo perseguido.
Se da también una falta de estabilidad del tronco al mover los brazos, desorientación espacial y dificultad para coordinar los movimientos de los brazos para asegurar el equilibrio en la marcha, la cual es insegura, rígida y con frecuentes caídas. 
La ataxia suele ir asociada a la atetosis.